Deus ex machina o Hágase el milagro...
"Sólo el capital es Dios y el dinero su profeta".
Las fuerzas de la cultura y las del trabajo, reconciliados en Extremadura por fuer del común deseo de encontrar una vía para una política sin salidas como las que nos han llevado a la postración parece que van a ser por fin amalgamadas por el cemento del capital, lo cual va a dar sus frutos de un momento a otro y de nuevo Extremadura sacará a España de su sopor y de sus eternas discusiones. Somos los mejores y lo demostraremos en un plisplás. Ahora explico este optimismo por otra parte tan usual en mis opiniones...
Tengo demostrado mi apego a todos los
dioses y a
algunas diosas de los distintos Olimpos y paraísos donde moran, unos
y otras más pendientes de sus asuntos que de los nuestros, como es
natural. Desde los dioses fenicios, que tienen más de un templo y
unos lugares a ellos dedicados, o Grecia, cuyos dioses suelen
visitarnos cada año en Mérida, la India con Siva y Vishnu en lo más
alto, México... con las antiguas deidades nahuatl, Tláloc, Quetzalcóatl y
Tezcatlipoca, reconvertidos en Huitzilopochtli y Coatlicue, (por no
mencionar al dios de las llanuras, Manitú, o los egipcios,
tan enigmáticos ellos, sin olvidar al uno y trino (debe ser porque
es compartido por TRES religiones monoteístas, en mi libre
interpretación de algún dogma que otro), con lo que demuestro que
no soy yo incrédulo de manera alguna, y por eso espero que no me
condenen más de lo que ya esté, por decir lo que vengo diciendo
desde que en la facultad aquella que estaba junto al Palacio de
Semillas de la Moncloa aprendiera yo cuatro cosas de forma
peripatética, mientras recibía didácticas charlas en los jardines,
cuando los penenes hacían su huelga general revolucionaria en el
Paraninfo. ¡Qué tiempos aquellos, en que Raimon era aire fresco en
Madrid, y se escapaban tantas lágrimas viendo el estreno de “la
Ciutat quemada “...
Yo solía decir que “Sólo el capital es Dios y el dinero su profeta”, tratando de sintetizar en esa frase algunas ideas que aún alimento, acerca del fetichismo de las mercancías (especialmente la mercancía “dinero”, tan particular ella) y la alienación a la que llevan ciertas concepciones del mundo...
Yo solía decir que “Sólo el capital es Dios y el dinero su profeta”, tratando de sintetizar en esa frase algunas ideas que aún alimento, acerca del fetichismo de las mercancías (especialmente la mercancía “dinero”, tan particular ella) y la alienación a la que llevan ciertas concepciones del mundo...
Y de repente, aparece el profeta de ese dios en
Extremadura, cuando nadie lo esperaba. ¿Deus ex machina?
Efectivamente, como ocurriera en el teatro antiguo cuando aparecía
un personaje, generalmente uno de los dioses metomentodo que se
gastaban los griegos, aparece en escena un elemento externo que va a
resolver esta historia de declive extremeño, sin que venga a cuento
o responda a otra lógica que a demostrar que “el reformismo
neoliberal” es lo mejor que se ha inventado, desde la rueda, para
desarrollar un país...
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Héroes de (los títulos de) crédito... |
O a lo mejor se trata solamente de
demostrar que
siendo persistentes, trabajadores, y sin ideologías que nos
confundan, alcanzaremos el bienestar (ese que dicen que tuvieron un
día en otras latitudes)... Yo no acabo de entender esta visita, aunque
la agradezco en el alma si viene a echar una mano con uno de los
problemas acuciantes que se tiene, cual es la escasez crediticia. Aunque
no sólo de crédito viva la empresa.
Porque estas salidas del guión, aunque sean
espectaculares en la puesta en escena, pudieran resultar poco
creíbles y artificiosas. Al final, puede que diga el pueblo llano lo
mismo que dijo Rick en Casablanca: "De todos los restaurantes de
todas las ciudades en todo el mundo, ella tenía que entrar en el
mío"... y no es precisamente Ingrid Bergman quien ha entrado...
No me llega la camisa al cuerpo... ¿seré un
descamisado sin saberlo? Iznogud, el visir que quiere ser califa en
lugar del califa, debe estar de un humor de mil demonios, está a las puertas y yo no sé si ponerme a servir
o buscar criada. O mejor, hágase el milagro, y hágalo el diablo.
Seguramente no tengamos muchas más opciones.