jueves, 9 de octubre de 2014

ROMPIENDO MOLDES

Romper. Algo que siempre desgarra el alma.
 
Cuando una pareja rompe, las cosas que se compartieron se quiebran en briznas de dolor que se esparcen alrededor de ellos...
El hombre sabía o creía saber que no había futuro en aquella relación. Sus pasadas experiencias le decían que su dolor sería mucho mayor si esperaba a que fuera ella la que decidiera fracturar por completo lo que ya sólo existía como rutina.
 
El deseo, ese impostor, ya no estaba presente, si alguna vez lo estuvo y fue soporte de las relaciones siempre desiguales, siempre insatisfactorias para alguno, siempre incompletas, siempre intentadas, siempre imposibles. El deseo siempre es imposible o dejaría de ser deseo.
 
Y fue imposible porque dejó de ser. El hombre decidió seguir sólo su camino, una vez más, aunque otras veces fueran ellas las que lo dejaron al borde de sus propios caminos, como quien deja un bulto para ir más ligero.
 
Esta vez fue él quien decidió irse. La mujer, en nombre de tantos buenos momentos y tanta buena voluntad como habían puesto ambos, le pidió... una sonrisa como despedida. Y que siguieran siendo buenos amigos le pidió también. Aquí se ve de nuevo, pensó el hombre, lo equivocado que están los que piensan que “todas las mujeres (o los hombres) son iguales”... Aquella mujer era mejor y única, hasta en esos momentos tan duros.
 
Por eso, quizá porque se dio cuenta en ese momento de su tremendo error, mientras la mujer sonreía, con tristeza pero con esperanza, el hombre lloró. Y lloró porque supo que era él quien perdía al tomar de nuevo el camino de la soledad. El frío camino de la soledad.
 
Una vez más ganaba la mujer y acaso por eso sonreía, mientras el hombre, rompiendo moldes, lloraba.
Todos saben que los hombres nunca lloran, pero algunos se empeñan cuando la vida duele.
 ---
Este relato corto de hoy tiene una foto que no es real. Yo nunca lloro... lo que pasa es que a veces la luz me molesta mucho y como que se meten briznas en los ojos...  Pondremos, por si acaso una canción de un malogrado y casi olvidado cantante de mi juventud, y así nos distraemos.

Andrés Holgado Maestre. 

http://www.youtube.com/watch?v=-A0WXM4j5Yo