jueves, 21 de marzo de 2013

Piedras volanderas

Poesía a plazo fijo, sin interés.
Parece ser que hoy se ha de honrar a la poesía
Como si fuera obligatorio celebrarla
Yo prefiero hacer mis rimas cada día
Y trato, cuando menos, de no hollarla
Que bastante prosaica es ya la vida
Para no tener obligaciones de apreciarla
De tres a siete o en la mañana
Lo que se siente a todas horas quien lo sienta
Sin rimas, sin motivos, por la gana,
Por el placer que desliza en los sentidos
El bello fluir de las palabras.

Este es mi homenaje al Día de la Poesía.
(Me gustaría saber quien los decide...)

Y más me gustaría saber quien es culpable, porque yo no pensaba escribir nada, sobre todo cuando una amiga ha puesto en su muro este soneto, de Quevedo y acaso el más hermoso que se haya escrito nunca en nuestra lengua:
 
Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra, que me llevaré el blanco día;
y podrá desatar esta alma mía
hora, a su afán ansioso lisonjera;

mas no de esotra parte en la ribera
dejará la memoria en donde ardía;
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa:

Alma a quien todo un Dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido,

su cuerpo dejarán, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrán sentido.
Polvo serán, mas polvo enamorado. 
Encima, para colmo me sugiere, que lea el soneto 18 del Bardo inglés, en otra lengua que también entiendo, y que transcurre de esta manera:
Shall I compare thee to a summer’s day?
Thou art more lovely and more temperate:
Rough winds do shake the darling buds of May,
And summer’s lease hath all too short a date:
Sometime too hot the eye of heaven shines,
And often is his gold complexion dimm’d;
And every fair from fair sometime declines,
By chance or nature’s changing course untrimm’d;
But thy eternal summer shall not fade
Nor lose possession of that fair thou owest;
Nor shall Death brag thou wander’st in his shade,
When in eternal lines to time thou growest:
   So long as men can breathe or eyes can see,
   So long lives this, and this gives life to thee. 

Después de leer estas dos joyas, ¿quién se atreve a escribir un sólo verso? ¡Ay, amor, que osado es el vano orgullo. Nadie puede mejorar a estos dos genios.

Mérida y Marzo de 2013, cuando la nueva primavera asoma.
 


viernes, 8 de marzo de 2013

Piedras a remover

La mujer... ¿Qué mujer?
 
 
Mirando al horror, cara a cara...
Me pidieron ayer que "explicara" los avances de la mujer en el mundo de hoy, en Canal Extremadura y  con muy poco tiempo, encima, para hacerlo... Un sudor frío me entró y balbucee algunas ideas algo descabaladas, supongo.
Explicar requiere comprender y yo, desde luego, no soy quien para explicar a "la mujer".  Porque es ella ya la que se explica a sí misma, afortunadamente, y esa fue una de las pocas cosas que acerté a decir: Desde Hipatia a Santa Teresa, las pocas mujeres que consiguieron elevar su voz en un mundo de hombres en el pasado, apenas hablaban de si mismas sino del mundo de signos construidos por otros. Desde hace unas décadas, y en ciertos lugares del mundo, la mujer se ha apoderado de la palabra y la usa. Otra de las cosas que pude decir: 195 países hay en la tierra hoy y 187 han firmado una Convención contra Toda Discriminación por ser mujer... Algunos (90, nada menos) no lo han ratificado, entre ellos Estados Unidos,  con lo que se queda en un brindis al sol sin virtualidad jurídica interna, y otros ocho, algunos de ellos islotes sin importancia real, ni siquiera lo han firmado. Pero hay algunos muy importantes: Irán, Qatar y... El Vaticano. No firman. No pueden. No quieren. No quieren descorrer los velos tras los que mantienen sus status...
Tampoco me atrevía yo casi a hablar, porque ni siquiera sabía de QUE mujer hablar, habiéndolas tan diversas: ¿Que pueden tener en común personas tan distintas en todo lo que se refiere a su entorno, como las mujeres reales que conozco? Prefiero usar imágenes para tratar de decir lo que pienso, porque una imagen es lo que nos hemos encargado de construir los hombres para mostrar a las mujeres, una vez que, como Platón, decidimos que explicarlas era demasiada tarea.

Una imagen es la de esa mujer bengalí que alimentaba una cabrita a la vez que a su propio hijo  (hoy por tí mañana por mí, acaso pensara...) en una foto que vi hace unos meses, o la de esas mujeres egipcias, algunas a rostro descubierto, que atronaban las calles con sus demandas de libertad, o esa otra mujer griega, cual Melina Mercouri,  que se enfrentaba a un policía de forma "insolente" gritándole en el mismo rostro cubierto con el casco casi militar con el que tratan no tanto de protegerse de los ciudadanos como de intimidarlos, sin conseguirlo... Todas esas imágenes y mil más son de la mujer de hoy y de siempre. Antígona o Penélope...  Pero la foto que más me impactó acaso sea esta, en la que aparecen todos los poderes de la tierra (seguro que alguno de esos hombres es un capellán) con la mujer que más cerca estará de ser la que mande en la primera potencia de la tierra.
Están viendo el asalto a la casa de Ben Ladino (Yo creo que en español esta es la forma correcta de pronunciarlo, aunque sea una batalla perdida -otra- ante la fuerza de los medios) en Pakistán. La única persona que muestra el horror en su rostro por lo que se ve es Hillary Rodham Clinton. Una mujer. Los demás muestran en sus expresiones el interés relativo, la profesionalidad fría, alguna admiración  u orgullo por la eficacia de "sus hombres"... Reflexiones diversas de un episodio de violencia más, que no asusta a los "aguerridos" cazadores del neolítico que seguimos siendo. Solamente la mujer parece percibir el horror en lo que está viendo.
Estoy convencido de que el mundo será mejor cuando las que controlen el mundo entero sean las mujeres, como les corresponde por la ley de las mayorías y si el "genero" fuera un componente homogéneo de determinación de la conciencia (algo que yo no creo en absoluto: La igualdad que algunos deseamos solamente será posible cuando alcancemos a encontrarnos en las praderas de lo que nos hace iguales, la razón, y nunca mientras basemos nuestra relación en falacias como las que la fe proporciona o diferencias biológicas inesenciales). El mundo va a ser mejor, aunque sólo sea porque peor no lo podrían hacer ni siquiera ellas...
Buenos, días, hermanas.