jueves, 6 de agosto de 2015

15.000 cabezas

15.000 cabezas...
15.000 cabezas, nucleares, es la cuenta que hace Shinzo Abe, primer ministro japonés, y que deberían ser destruidas para asegurar, supongo, que no se repitiera nunca más el uso de esas armas que acabarían con la vida inteligente en la tierra y varias veces. dada su casi incalculable capacidad de destrucción y de contaminación.

El terror atómico que sentimos tantos y que nos bloquea muchas veces para actuar o decir las verdades (hay quienes están idiotizados permanentemente para no sentir temor alguno y hacer o decir lo que el "poder" permita) desaparecería así de nuestro planeta, dirá Abe.

Shinzo Abe es un experimentado político liberal que acaba de proponer cambios en la Constitución de su país para que Japón pudiera "colaborar en la seguridad regional" más allá de sus fronteras, algo que no puede hacer hoy, excepto mandando dinero, como ha hecho en diversas crisis (Kuwait, Iraq) cuando se le ha "pedido" colaboración por parte de Estados Unidos...

De modo que en lo sucesivo, el ejercito japonés, hoy fuerza de defensa nacional exclusivamente, podrá tener capacidad de intervención. Eso si, sin cabezas nucleares. Y surge mi duda.
Si elimináramos las 15.000 cabezas nucleares (alguna más será...) ¿Sería un avance hacia la "paz mundial" o una acentuación aún mayor de los conflictos bélicos que están masacrando hoy a gentes inocentes en diversas partes del mundo? Esto último es lo que yo creo que ocurriría exactamente. Y más si lo propone Abe y otros como él.

El problema no son esas 15.000 cabezas que por si solas nada van a hacer; el problema son las otras 15.000 cabezas (alguna más será...) de los insolidarios neoliberales del mundo que no dudarían (como no dudan ahora en mandar sus bombarderos donde les place) en utilizar las armas y la violencia para mantener sus posiciones de privilegio y abuso que tienen sobre la sociedad. Esas son las cabezas que me aterrorizan a mi. Esas son las cabezas que nos mantienen aherrojados. Esas son las cabezas realmente innecesarias y que han causado en los últimos 100 años CIENTOS DE MILLONES de víctimas inocentes en el mundo mientras agitaban sus banderas.

Pido la paz mundial.

Andrés Holgado Maestre, en Mérida, España, y el 6 de agosto de 2015, 70 DB. 70 años después de la bomba.