LA ULTIMA FARRA
La semana próxima se van a celebrar en San Pablo de Londres (San Pedro está en Roma...) las exequias de la Baronesa Thatcher en lo que me atrevo a pronosticar que va a ser el canto del cisne, la última farra de su vida, de todos los capitalistas sin alma que estarán ese día conmemorando su "victoria" en la última batalla, la de EUROPA (al destrozar la UE) después de tantas victorias anteriores, en Libia, Iraq, Afghanistan, y una interminable lista de conflictos que cuentan por victorias y que podríamos iniciar en... Vietnam.
Algunos podrían llamarle "victorias pírricas" pero para el aparato industrial-militar que las propone, derrota o victoria son irrelevantes porque ellos siempre ganan y los que pierden son todos los pueblos, incluidos los suyos.
Pero el agua de los últimos "tsunamis" ha llegado a tales niveles en las conciencias ciudadanas de TODO el mundo que, a estas alturas, aunque aparentemente bajen los niveles en un momento dado, el limo ya se ha mezclado con la arena de forma inextricable y una primavera de verdad resurgirá en un mundo que YA puede imaginar un avance hacia la solidaridad mundial y la creación de un nuevo orden mundial en el que el capitalismo especulativo y los que lo personifican son, sencillamente, INNECESARIOS. Cabría decir incluso que son una rémora, agotada como está su capacidad de innovación y su habilidad para la explotación del trabajo ajeno.
Lo peor de todo es que ellos lo saben y antes de desaparecer de la historia para siempre (como desaparecieron, un suponer, los faraones...) en vez de dejarnos grandes monumentos funerarios como puedan nos dejarán en ruinas. Para eso se están preparando con los aparatos de la foto que ilustra su pujanza.
En San Pablo se juntarán y por sus caras los conoceréis.
Buenos días, solidarios.
Tus ojos escrutadores no se pierden nada Andrés. Va a ser interesante ver la lista de apóstoles asistentes a las exéquias de la profeta de la "verdad revelada". Me quedo con una palabra de tu artículo que cae llena de sentido, madura, sobria, como una certeza que despunta como un fogonazo de luz: INNECESARIOS. Exacto, ese es el término sencillo, preciso y llano que tenemos que asimilar. No se me había ocurrido verlo así.
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