Acaso el atractivo de las redes sociales radique en alguna forma de narcisismo que tenemos en la genética humana, que nos lleva a inventar espejos y sistemas varios para realzar nuestras imágenes... De modo que siempre que estamos escribiendo (describiéndonos) en estos espacios públicos o en otros, de hecho siempre que nos manifestamos, lo hacemos sin duda desde lo más profundo de nuestras personas. Pensar siempre es personal mientras que hablar, siendo necesariamente social, no puede entenderse más que desde ese mismo espacio personal donde se construye el discurso. Y hay días que nos salen discursos mas personales que otros días, en los que algunos intentamos habñar de cosas, siempre abstractas, y no de problemas personales. Hoy no. Hoy me toca (otra vez) hablar de mí mismo.
![]() |
Acueducto Misión Espada, San Antonio, Tx. |
Siempre me ha gustado andar por trochas y veredas,
mucho más que por las amplias avenidas esas, por las que vamos
amarraditos los dos, espumas y terciopelo... Hace unos meses, ya
contaba yo una historia acerca de un camino poco transitado, cerca de
la Misión Espada en San Antonio, por dónde pasa esta acequia y
pasan cosas difícieles de creer (1).
Siempre que hay una carretera la he preferido a las autovías, porque
se conoce más un país yendo despacio que sobrevolándolo a gran
velocidad. Siempre he dicho que volar no era viajar sino desplazarse,
de modo que no es cosa que me asuste andar por esos caminos menos
trillados. Eso me ha permitido ver paisajes y situaciones que
acaso otros más veloces se han perdido. Piano, piano, se va
lontano... ©Andrés Holgado Maestre
Pero últimamente estoy notando que mi senda, la trocha
por la que discurre mi caminar, se está alejando más y más de las
rutas que sigue el personal en su marcha por esta vida que
compartimos.
Me doy cuenta de que estoy perdiendo el contacto con SU
realidad, la que ellos perciben. Yo ni la veo, mientras veo, desde mis
riscos, otros horizontes que amenazan tormentas no previstas... Pero no
puedo hacer otra cosa que seguir andando por mi vereda, porque es lo
que quiero hacer, mientras pueda caminar.
Lo mejor de esta
sensación de estar perdiendo el contacto con la “vida real y
cotidiana” de mis contemporáneos es que no me importa en absoluto
y creo que voy a seguir por la trocha... Algún valle perdido encontraré
otra vez.
©Andrés Holgado Maestre,
Mérida y Noviembre de 2013.
(No suelo ilustrar estos textos con músicas, pero hoy
me apetece. Hace mucho, mucho, que no piso una discoteca donde pongan
estas cosas:)
The Shangri-la. Remember (Walking in the sand).
The Shangri-la. Remember (Walking in the sand).
1 Me
refiero al artículo dentro de este Blog, titulado “Piedras de
molino”, que publique en febrero de 2011, contando cosas muy curiosas que pasan cerca de esos parajes poco transitados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Su comentario es bienvenido y se corresponderá apropiadamente. Gracias.