miércoles, 31 de octubre de 2012

Piedras en vez de leyes: Un abuso descarado.

Esto no es un Real Decreto, si no lo ha visto un rey...

Ya he expuesto en otras ocasiones mi opinión sobre la impresentable "Reforma Laboral" que la ministro Bañez firmó sin leerla y que es otra vuelta de tuerca en el dominio de una casta de "expertos" en derecho laboral que tiene aherrojados en España tanto a empresarios como a trabajadores, provocando unas cifras de desempleo y de economía sumergida impropias de un Estado moderno. Me recuerda a cierto colectivo que en Madrid se encarga de colapsar el tráfico por sistema, ya que a ellos le va su negocio en ello. No digo más.

Ahora, a vuela pluma, quiero anotar unos comentarios al Real (cualquier día un rey de estos va a dar un puñetazo en la mesa por este uso indebido de "su" atributo...) Decreto 1483/2012, que ayer publicó el BOE y que "desarrolla" la Reforma Laboral infecta que tenemos en lo que respecta a los despidos colectivos, y que no es otra cosa que una infumable pieza de juridicismo vacuo que equipara a las administraciones públicas con la empresa privada, dando a sus "directivos" la posiblidad de "flexibilizar" sus plantillas por "falta de recursos"... Nada más fácil para que haya "deficit presupuestario" que hacer presupuestos insuficientes.

Y ese es el juego.


Es de una estulticia tal que solamente puede pasar desapercibida por la mala fe de los que la han hecho, lo firman y lo lean: Una empresa tiene sus ingresos sometidos a los vaivenes de un "mercado" supuestamente variable y de ahí, y para defender el "sacrosanto" derecho de propiedad del empresario, podría ser "legítimo" dotarle de medios para adaptar su plantilla para obtener beneficios o reducir sus pérdidas.

Pero una Administración NO depende de los "mercados", ni ha de buscar beneficios que no sean los sociales derivados de su propia existencia, ni ha de minimizar pérdidas sino administrar sus recursos con absoluta honradez, y sometida al juicio superior de su legítimo propietario, que no es otro que el ciudadano contribuyente, a quien esos "administradores" convertidos en "gerentes" por estas normas deben rendir cuentas: No son dueños de ese patrimonio ni capataces de esas plantillas.

En los esquemas de la administración (tan necesitados por otra parte de repensarse, sobre todo para los funcionarios "de carrera") los responsables políticos de esos organismos no dejan de ser eventuales...
No deben olvidarse algunas de estas cosas, sobre todo cuando el Tribunal Constitucional va a tener mucho que decir en la materia. Algunos leguleyos se creen que ancha es Castilla, y no lo es tanto.

Ese es el juego, decía: Si hacemos presupuestos insufiecientes en ciertas áreas, podremos "jibarizar" el Estado a nuestro aire. Pero con estas políticas no se está persiguiendo reducir el déficit público sino engordar los bolsillos privados de los que harán negocio con ello, convirtiendo los servicios que se prestan hoy a todos y que sean susceptibles de generar lucro, con sus "representantes" ejerciendo ese papel de "políticos" profesionales, aunque no haya visto un manual administrativo ni en pintura.

Esta es la forma más descarnada que cabe concebir hoy de un Estado convertido en instrumento de una clase social, tal y como se teorizó ya en el XIX. De esto es de lo que se trata con estas "reformas", por mucho que no se diga e incluso que no lo sepan algunos de sus "ejecutores". Que haya suerte, hermanos, porque esta película ya la hemos visto.

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