Una
crítica musical imposible.
(Coral
Polifónica Padre José Mirabent, de Isla Cristina. Actuación en
Mérida el 28 de abril de 2012)
Digo
que es imposible hacer una crítica musical por dos razones: La
primera es porque, aunque yo ame la música hasta el fondo de mi
corazón y la practique todo lo que puedo, no tengo conocimientos
suficientes para ejercer la crítica músical y esto debe ir por
delante. La segunda razón es que me gustó tanto y tanto esa
actuación que probablemente haya quedado negado para cualquier
objetividad, como se verá. Pero algo he de escribir, porque me lo
debo a mí y a mis nuevos amigos.
Nos
visitó en Mérida la Coral de Isla Cristina, en Huelva, y nos
ofreció un concierto con una calidad musical y humana increíble,
que solamente puede encontrarse en coros profesionales, y aún los
superarían pues tienen sobre cualquier otro el profundo sentido
musical de la antigua tierra de la que provienen y de la que acaso
provengamos buena parte de los extremeños... (Cada vez aparecen más
vestigios de la antigua Tartesos en mi tierra, y algo tendrá que ver
con nuestros orígenes, pero esto será objeto de otros escritos...)
El
repertorio que nos regaló la Coral fue un ramillete de bellezas,
desde Haendel o Albinoni hasta Serrat o las Chordettes, pasando por
Rossini, Caccini o Lennon, con un “Te he de querer mientras viva”
de nuestro Quiroga, que hizo llorar a muchos de los presentes. La
forman más de sesenta personas, con varios solistas,
mayoritariamente jóvenes (lo que también muestra la pujanza de su
zona de residencia) y nos dieron una lección (al menos así lo
entendí yo) a nuestra Coral, decana de las extremeñas, que ojalá
nos influya para ayudarnos en el proceso de renovación en curso.
Ese
“Te he de querer mientras viva” final nos hizo revivir a Marifé
de Triana, contando con un arreglo coral de un dramatismo inusual. Lo
mejor que se me ocurre decir para terminar es que mientras viva he de
querer esta música, como lo hacen estas personas que nos dieron un
paseo por la belleza. Gracias a sus Directores y arreglistas, D. José
Alfonso Jara Biedma y D. Aurelio Jara Rodríguez, y gracias en el
alma a todos esos amigos que nos devolvieron la visita que hicimos a
su ciudad hace unos meses. Viva Isla Cristina, y viva su bonita
gente.
(Una
nota crítica: Un espectáculo como este hubiera requerido una mayor
difusión y que se le hubiera dado el trato deferente que merecía un
grupo tan numeroso y de tanta calidad – acaso la Capilla del
Parador, excelente en su acústica, resultara algo pequeña –
atención que no tuvieron por parte del Ayuntamiento y de los
organismos culturales que radican en nuestra ciudad. No debe
repetirse esa falta de presencia adecuada y nuestra Coral también
tendrá que cuidar eso. La próxima vez que vengan estos amigos,
ojalá pudieran cantar en el Teatro Romano. Se lo han ganado.)
Mayo,
2012