El 15-M es el camino. El socialismo, la solución.
(Necesidad de definir conceptos, para una espontaneidad inevitable y un corolario necesario)
Dos
años ya...
Esto
es así, por más que los cambios que se produjeron en
España hayan sido innegables, pero más fruto de la
inercia modernizadora de la influencia europea (incluso con fondos
que se nos “debían” desde el Plan Marshal) y el retraso
provocado por el franquismo, si se quiere, que fruto de la voluntad
política de los gobiernos que se han sucedido y turnado desde
entonces: El PSOE manteniendo una pose progresista (negada de raíz
por comportamientos infames que no es preciso detallar aquí) y
el PP afirmando unas “políticas liberalizadoras” que han
escondido su sentido patrimonial de un Estado que no se reformó,
propiciando una vuelta a los “buenos viejos tiempos” de las
democracias “orgánicas” y las mayorías silenciosas.
Estos
dos partidos (con el pagado “apoyo” de las derechas perifericas,
CiU y PNV) son los que han dejado la tierra yerma para la
participación democrática activa de la población
y no ha dejado espacio para una nueva generación social que
intenta marcar su impronta en la política, como cualquier
generación pretende: la gente quiere ser tenida en cuenta, en
grados diversos según sea su nivel de preparación y de
desarrollo social. Y ESTA sociedad NO se siente representada por
ESTOS partidos. Cuando Monago repite y otros abundan en la idea de
que “los temas fundamentales de nuestro tiempo no son de derechas
ni de izquierdas” no solamente está haciendo una afirmación
cargada de ideología desmovilizadora, sino también
refleja una intuición certera: Esos problemas no son de ESTA
derecha ni de ESTA izquierda.
El
15-M y el camino de búsqueda de alternativas iniciada (o
fortalecida en su masa crítica, cabría decir) por ese
movimiento tiene esta razón de ser: el fracaso de los partidos
de la transición para dar soluciones a los problemas de la
sociedad española.
Que
el socialismo sea la solución, tal como afirmo en el título,
requiere alguna aclaración previa aún: Toda referencia
al socialismo aquí hecha se refiere a una teoría
política basada en una cierta supremacía de lo
colectivo sobre lo individual y de ninguna forma a los partidos que
se autoproclamen “socialistas” (sea este el PSOE o el PSI (?) o
el PSD) que pudieran ser tan representativos del socialismo como el
PP o el Partido Liberal británico lo pudieran ser de
conceptos como “pueblo” o “libertad”. El socialismo es mucho
más complejo que cualquier plasmación política
concreta, incluso aunque adopte la forma de Estado. Es necesario
definir conceptos para entenderse, y no dejarse engañar por
etiquetas.
El
socialismo es la única salida para el mundo entero (y por
tanto, para España) si se pretende un mundo sostenible, que de
ninguna manera puede soportar la ineficiencia absoluta y la anarquía
absoluta (en la que los poderosos medran) que YA se ha declarado en
forma manifiesta con la CRISIS actual, iniciada en 2007 pero gestada
mucho antes.
El
capitalismo especulativo propio de la “sociedad occidental” se
desploma ante su incapacidad para controlar ya los flujos monetarios
o de las mercancías que han escapado hacia otras zonas del
mundo, junto con el trabajo, y que solamente mediante la guerra
podría intentar mantener “bajo control” (algo que ya ha
empezado a hacer en el Mediterráneo, desgraciadamente). La
crisis es de Occidente y de su sistema obsoleto de acumulación
de capital “falso” al no tener como base de su crecimiento el
trabajo y la economía real, sino la especulativa; un sistema
que se convierte en materia incontrolable en manos de un sistema
financiero que pretende imponer sus criterios criminalmente
individualistas a los poderes públicos y a la población,
sin ningún otro fin que su beneficio. Lo ocurrido con la
infamante reforma de la Constitución Española del
artículo 135 es la plasmación de ese proceso de
sometimiento de la política al mostrenco poder financiero.
El
que eso sea una pretensión absurda hasta el escándalo
no los ha frenado: NADA puede estar por encima del interés
público y general, por definición, porque las
sociedades no funcionan por “ukases” nada más que en tanto
se quitan de encima a quienes los quieran someter. Si los
responsables de modular el interés general, que no son otros
que los ciudadanos electos para ello (que no “políticos”
como les gusta llamarse) renuncian y ceden esa representación
ante los bancos, pierden toda legitimidad política y el cambio
de sistema se impone.
En esas estamos, les guste o no a los
electos de hoy. La hegemonía de la política (de la
sociedad) sobre la economía es la condición necesaria
(aunque no sea suficiente) para la libertad de la gente y es a eso a
lo que se puede llamar y yo lo hago, socialismo. Y eso es lo que,
creo, defiende el 15-M.
Feliz aniversario y sigamos definiendo
conceptos. No queda otra.
Andrés
Holgado Maestre
Mérida, 12 de Mayo de 2013
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